Siempre dejas una huella, al menos sé donde estas,
no debiese influir en mis emociones, tu realidad.
Todo lo que escribo es para ti, la única persona que no quiere leer.
Todo lo que hablo es para ti, la única persona que no quiere escuchar.
En esos tiempos la inseguridad dominaba mis actos,
anhelaba estar junto a ti, me resignaba por miedo a morir,
morir con tu rechazo, sentí tu calor y jamás te di un abrazo,
hermosa fantasía, dos palabras resumían lo que sentía.
La inseguridad modificaba la percepción de mis ojos,
ignoraba que lo importante no es lo que tocaba con mis manos,
sino, lo que en nuestros corazones dejamos,
las realidades han sido tan opuestas, juntos no estamos.
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