El contexto de nuestros encuentros nos han presentado siempre disfrazados, escondidos detrás de nuestros miedos e inseguridades, la fuerza de atracción se canaliza incapacitando nuestra capacidad de hablar y decir la verdad.
Cierro mis ojos y grito en silencio para atraer palabras a mi presente que tengan el poder de llamar tu atención, es iluso creer que cada una de estas letras, son aquellas que penetran en lo más profundo de tu ser, creando las más profundas emociones en ti.
Pretendo sin acciones causar reacciones, y dudo de mi mismo, ya que la estructura de este pensamiento considera ilógico que se puedan estimular sentidos de atracción sin acercamiento físico, sin embargo lucho contra mis propios instintos y me embarco en el desafío de despertar esa curiosidad cubierta de fuego que vive en ti, aquella que te causará hambre de mí, aquella capaz de hacerte amar cada una de mis letras, aquella te dará el poder de descifrar los mil significados de cada uno de mis párrafos.
Si, aunque no lo creas, eres tú la dueña de todo lo que ves e interpretas aquí, cada uno de los conflictos internos que pretendo expresar en este escrito, nace obligada y naturalmente, porque tu existencia, tiene que causar estos efectos en mí.
No tengo limites, desconozco todo lo que puede surgir de mi interior, a medida que me dejo llevar por esta voz interna, que mueve mis dedos para formar frases por este medio, con el único de fin de llegar a ti, sabiendo que estarás aquí en el momento justo, que tus ojos se perderán imaginando cuanto sería capaz de internarme en los rincones vírgenes de tu corazón.
Donde nacen aquellas emociones que no has vivido, que vivirás para no olvidar, solo si logras escaparte de los limites abstractos generados por nuestros disfraces invisibles, en ese sector estoy en este segundo caminando desnudo, desatando cada uno de los nudos que ahogan tus máximas experiencias, como un vagabundo viviré en estas tierras, dormiré, me alimentaré, y me perderé para siempre mas allá de los sueños que permanecen en tu recuerdo.
